martes, 13 de octubre de 2009

Cuento 62. Me encuentra quien me buscó. Dedicado a F. Again.




No me gustaba, así que cuando me dijo -soy tu Ángel Pecador-, me dio risa, supuse que era un juego en el que nadie corría peligro.
Sin mayor preámbulo empezamos a disfrutar juntos de lo sencillo y lo complicado, desde no hacer nada hasta hacerlo todo. Se dio la ocasión de tener desayunito, cafecito, platicadita, comidita, bici, peliculita, cenita, relax en el spa, con la premisa de que “no hay mejor atención que la mía para ti y la tuya para mi".
Pero cuando rozaste mi pierna y una energía se me arremolinó en medio del estomago, descubrí que mi cuerpo sentía exacerbado lo que recibía. No supe cuándo se convirtió en una acción atrevida y peligrosa el desear estar juntos. Sospeché que yo era la única trastocada por nuestra cercanía, pero en una actitud romántica y divertida me preguntaste:
–¿A dónde quieres llegar?- Provocando una cascada en mi cabeza y pensé que lo que realmente deseo es estar en pareja, formar una familia, tener amor, risas, respeto, generosidad, una casa bien armada para compartir juntos la fe y todo lo grato que la vida trae consigo.
En concreto ya quiero ser feliz!!!
¿Se le podrá decir todo eso de un jalón a un hombre?

Me sentí con ganitas de dar un paso más en nuestra lúdica historia de amor y sintiéndome pícara tomé tu mano y sin mirarte directo, respondí:
–A donde tú quieras llevarme…-

Me impaciento en la vida de manera descomunal, así que en cuanto terminé la frase ya vibraba, me alegraba y sufría por lo que te había dicho. Entonces con toda seriedad dijiste
-Te tengo mucha confianza…-

Al oírte, mi impulso fatalista devoraba mis entrañas y entonces sonreíste y retardando tus palabras, para disfrutar las caras que hacía, dijiste:
.
.-… así que dame tus labios y salva mi corazón, si tú te animas, yo me animo, ya ves qué bien trabajamos juntos.... y vamos sacando los pendientitos que tenemos-

Y sólo entonces, empecé a creer que el amor existe de verdad y lo que siguió, bueno, es mejor de lo que había soñado jamás...


Adivina, adivinador……
*Foto de la red

2 comentarios:

marichuy dijo...

Cuentista

O lo que es lo mismo, cuando las cosas han de ser, nada podrá interponerse.

Saludos

Cuentos Bajo Pedido ¿Y tu nieve de qué la quieres? dijo...

Querida Marichuy,
Pensamiento muy alentador!!!
Tons me dejo de preocupar???