sábado, 7 de septiembre de 2013

Inquietos Pensamientos


Como dije que no quería más besos de pisa y corre, porque me quedo picada. Ahora cuando vienes, como no has resuelto lo de salir corriendo decidiste resolver el asunto de los besos y en su lugar has puesto confusas caricias que inocentemente inician en la orilla de mi rodilla. Como quien se recarga para acercarse un salero, un vaso de agua, las servilletas y a cada vuelta, esa confusa mano va caminando. Va subiendo, va bajando, va estrechando o alterna con un roce apenas perceptible. Esas caricias a veces son tu mano en mi cintura que indica que necesitas espacio para pasar. Y ahí también esa mano a veces a penas se siente, va más arriba otras se posa más abajo en donde no estoy segura que aún sea la espalda. Y al no ser una caricia clara y evidente, admito que me desconcierta, no sé si avanzas, te vas o estoy enloqueciendo con tu cercanía. Pasas por mi espalda y respiras ligeramente cerca de mi hombro, en mi cuello, preguntándome al oído cosas en tono imperceptible, provocando más aún mi cercanía. Volteo, pongo suavemente mi mano sobre tu ombligo, te miro a los ojos tratando de descubrir complicidad en tu mirada y nada. Seré sólo yo la de los inquietos pensamientos o es tan cierto el juego, que finges hasta eso. Imagino perfecto que gozas satisfecho al marcharte por haber revuelto mis deseos para finalmente huir de nuevo, entonces no caben los reclamos ni los compromisos. Mientras, yo me quedo con una sensación semejante a la que provoca pensar en papitas con limón y salsita, un pensamiento distinto pero también rico.



4 comentarios:

marichuy dijo...

"Imagino perfecto que gozas satisfecho al marcharte por haber revuelto mis deseos para finalmente huir de nuevo, entonces no caben los reclamos ni los compromisos"

Ay con esos jueguitos, Cuentista, nomás la ponen a una girar.

Me gustó

Un abrazo

Carlos V. dijo...

"...sensación semejante a la que provoca pensar en papitas con limón y salsa..."

Me ha encantado tu publicación.

Saludos desde Colima, México.

Cuentos Bajo Pedido ¿Y tu nieve de qué la quieres? dijo...

Me encanta releer este escrito porque inevitablemente Salivo jajajaja Saludos Marichuy, saludos Colima

Anónimo dijo...

Vengo del blog de Luis Carlos Bonilla, colordelamadera, y me ha encantado tu Rincón; por lo cual, si no te importa, me hago seguidor de tu Bello y Mágico Espacio.
Abrazos.