domingo, 26 de enero de 2014

YA

Bastaba con llenar mi mente de pensamientos positivos y no dejar espacio para otras cosas que absorbían toda mi energía dejándome fulminada por horas. Nada de sueños ni deseos. Todas las obligaciones amontonadas como bloques sobre mi. Y yo no podía ni despegar la pestañas. Cuando caí en la cuenta de que su primera palabra fue "YA" entendí que debía hacer un cambio radical en mi actitud frente a la vida.
Me concentré en su sonrisa con dientes, ese fue mi antídoto que poco a poco me ayudó a encontrar el camino de vuelta. Necesitaba recargarme de cosas vitales para quitarle peso a las que vivía como casi mortales. Como no podíamos comer juntas palomitas con polvos mágicos, mi antídoto infalible para cualquier estropicio; ni podíamos pintarnos las uñas la una a la otra, actividad siempre relajante. Decidí iniciar la lista de las cosas que disfrutáremos juntas con un rico chapuzón en la alberca. Tu sonrisa lo dijo todo, disfrutaste al máximo y lloraste cuando te quisimos sacar.
Sólo quiero decirte, que YA estoy de vuelta, que YA estoy atendiendo los pendientes urgentes, que  YA juntas nos vamos a la escuela.
YA entendí el mensaje y YA me siento con más claridad sobre lo verdaderamente importante en mi vida

TU AMOR que todo en mí lo ilumina
Gracias por traerme de vuelta

3 comentarios:

marichuy dijo...

No hay más que decir: agradecer a quien te trajo de vuelta es un acto de justicia.
Saludos

la MaLquEridA dijo...

¿Tu hija o quién?

Cuentos Bajo Pedido ¿Y tu nieve de qué la quieres? dijo...

Si, mi hija