lunes, 2 de junio de 2008

Cuento 12 Imaginé que vendrías. Dedicado a PVCC.

Hoy en la madrugada percibí que una música sabrosona llegaba a mis oídos, me sentí relajada y arrullada por el suave murmullo que acompañaba mí mañana. Ya estaba hasta bailando en sueños, cuando a pesar de estar bien acurrucada, reparé en que no sabía de donde venía esa tonada. La curiosidad me hizo pegar un brinco y quedar sentada en la orillita de la cama, con la sensación de tener arenita en los ojos y los cabellos revoltosos. Tardé unos segundos en juntar cuerpo y alma, mientras buscaba con los píes mi par de chanclas, analicé cuidadosamente el cuarto haciendo un recuento de lo sucedido.
Mi cabeza empezó a hacer ruido, pues a esas horas de la mañana no funciona bien ninguna maquinaria. Me sorprendió ver el radio encendido, pues estoy segura de que yo no la había prendido. Me levanté para que ver que estación estaba sintonizada pues la música me pareció grata. Para mi sorpresa el aparato marcaba que estaba puesto un disco, así que le pushe open para ver de cuál se trataba. Quedé pasmada al comprobar que en la charola no había nada, sin embargo al cerrarla la música de nuevo se escuchaba. Me senté sobre la cama para comprobar que no estaba aún adormilada, me tardé unos minutos en repasar lo que había sucedido, mientras la música continuaba.
Al no encontrar una explicación afortunada, me recosté de nuevo sobre la cama, me tapé a medias con las cobijas y una paz extraordinaria me fue invadiendo los huesos hasta que se me hicieron pesadas las pestañas.
Me dediqué a escuchar las melodías poniendo ligera atención en las letras que cantaban, fui recuperando el sueño y en mi mente entre dormida fui descifrando tus palabras. Estoy segura de que una sonrisa se esbozó sobre mi cara cuando al fin te descubrí cambiando el disco una vez que éste se acababa.
Lo sabía!!!! Sospechaba de ti, imaginaba que en un día como éste no podías quedarte tan callada. Imaginaba que de alguna forma vendrías a abrazarme, a decirme que tú también me extrañas, suponía que pasarías unos minutos por aquí. Sabía que vendrías aunque fuera de pasada, pa susurrarme cosas gratas al oído.
Cuando volví a despertar ya no se escuchaba nada, a pesar de estar el estereo encendido, pero encontré una notita que decía:
!!!Hay Valentinota ya acaba esa tesis para hacer una pachanga!!!!!!

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