domingo, 14 de junio de 2020

El animal que soy por dentro







Cuando saco la cabeza por la ventana del auto disfruto enormemente sentir como revolotean mis orejas con el viento. Sonrío con la sensación de hormigueo en mi cara y cuando me miro al espejo descubro con extrañeza la ausencia de mis largas orejas. Al comer una pieza de carne quisiera comérmela toda, desearía poder roerle hasta los huesos, pero veo que los demás no lo hacen e incluso dejan carnita pegada al hueso. Así que yo hago a un lado mi plato aunque me imagino un hilo de baba escurriéndome de la boca. Cuando llega alguien a quien quiero mucho, quisiera abalanzármele, llenarlo de besos, lamerle los cachetes y ponerle unas suaves mordidas en la cabeza. Pero los demás, saludan a quien llegue a medias, casi sin interrumpir lo que estuviesen haciendo. Estoy seguro de que soy un perro, no sé qué habré hecho en mi otra vida para que en está haya reencarnado en lo que ahora soy. Yo quiero hacer lo que me venga en gana aunque se me salga el animal que soy por dentro.

escrito por CBP y CJDV

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