miércoles, 8 de julio de 2020

Ávido de mí


 


Romeo, Romeo, Romeo contigo me queda claro que el nombre verdaderamente es misión. Plática nutrida, baile sabroso, buena compañía, ejercicio matutino, buena cocina y tantas otras cosas ricas. Salimos juntos todos los días al balcón presidencial a disfrutar un rato del lento tránsito de las estrellas. Eres esa persona con la que siempre soñé estar en las buenas y en el confinamiento. Así, con energía vital suficiente para disfrutar el transcurso de los días, como suave oleaje sobre mi cuerpo.  Romeo, en tus ojos veo mi destino y sonrío complacida por el destello que genera tu cercanía. Que grata persona soy contigo a mi lado, que fácil es ser mejor. El cariño hace que todo fluya y el amor que todo se transforme. Hablamos con las buenas palabras, resolvemos con las medidas justas. Las diferencias se atienden con ricas charlas en medio de buenas caminatas deportivas que ahora hacemos dando vueltas del pasillo al balcón debido al confinamiento. Romeo, me queda claro que esto de encontrarnos, ya nos había sucedido en otras vidas y lo que hoy vivimos es sólo la continuación de otros momentos de intensas tormentas. Hoy nos toca primordialmente disfrutar mientras el mundo se transforma para siempre. Pongo mi promesa de amor sobre tus labios que están siempre ávidos de mí.


1 comentario:

Mantispa dijo...

Waaaaaa qué ricura!!!