martes, 3 de febrero de 2009

Cuento 41. La otra opción de vida. Dedicado a RV

Justo a cabo de conocer al famosísimo Sr. Arteaga y era tanto lo que me habían hablado de él que provocó en mi tremenda expectación. Por lo que antes de que empezara a hablar, ya tenía capturada toda mi atención. Le escuché y en su manera de expresarse detecté algo que me parecía tremendamente familiar. Aunque en un principio no atiné con la razón, al ver como usaba las manos al platicar, miraba a la gente, abría los ojos como a ¾, como pensando lo que decía mientras jugueteaba con el bigote, fui detectando las pistas que explicarían el origen de mi percepción. Con su actitud nos permitió sentir que lo que nos compartía había sido producto de su experiencia y de una profunda reflexión. De una manera agradable nos contó cómo él, junto con su esposa, han trabajado por años apoyando a las comunidades de la zona. Así que, al escuchar un poco de su historia personal, me quedó claro porque, este hombre sensacional, me pareció tan familiar. Y es que en su historia y en sus modos de expresarse se parece un chorro a ti.
Y empecé a disfrutar de la oportunidad única de ver reflejada, en la vida de ellos, lo que nos hubiera sucedido a ti y a mí. Fue como ver una película que mostraba lo que hubiéramos vivido, si después del día que me tomaste de la mano para confesarme –Te quiero como mujer- nos hubiéramos arriesgado en la aventura que implicaba amarnos.
Pero, en un arranque de lo que quisiera llamar sensatez, en realidad optamos por correr despavoridos en direcciones opuestas. Por lo que ahora, andamos como si fuera otra vida la que estuviéramos viviendo.
Aunque acepto que no me arrepiento, me pareció una extraña experiencia ver lo que serían nuestras vidas si otra cosa hubiéramos decidido.

4 comentarios:

marichuy dijo...

Querida

Y de arranques de sensatez... está lleno el mundo de los solitarios o los matrimonios sin amor.

Pero a todos nos da miedo correr el riesgo de una gran pasión, quizá porque tememos que una vez apaciguada esa llama pasional, no nos quede más que monotonía.

josef dijo...

Un cuento que se lee de un tirón y te deja con sabor a más. Es casi una descripción sin hechos, parece el comienzo de una novela y es muy interesante. Por ellos uno, es decir yo, me quedé con ganas de más. pero eso nunca fue malo. Felicitaciones y un saludo!

Castrodorrey dijo...

Amiga mía, me encanta como metes la rima dentro de la prosa. Es una forma peculiar y agradable, y tus cuentos son especiales.
Saludos, y no pares de contar cuentos...son preciosos.

José Manuel Guerrero C. dijo...

EXQUISITO