lunes, 11 de mayo de 2009

Cuento 61. Desastre Ecológico.

Dedicado a moderato_Dos_josef
quien pidió en el blog
un cuento de desencuentros.


Teníamos tiempo con problemas, discutiendo llegamos a la conclusión de que él siempre estaba trabajando y de que a mí nada me parecía y me sentía abrumada con los niños y la casa.
En lo que podríamos llamar, nuestro último intento por rescatar la relación, nos propusimos hacer algo interesante en pareja. Así que llegó temprano por mi, cosa rara. Al subirme al coche, pregunté ¿Cuál es el plan? En un grito juvenil me dijo, follar!!! Pensé, no puede decir algo lindo como coger??? Llegamos a un lugar que me pareció horroroso, al cual él llamó el SPA. El cuarto consistía en una cama y un vapor con una tina de baño, de higiene sospechosa. No quise hacer comentarios para mostrarme dispuesta a disfrutar de su propuesta. Llenó la tina y le agregó dos frascos de espumantes, a los que él llamó geles afrodisíacos. Encendió el vapor a todo lo que daba y sin mayor preámbulo iniciamos el conocido ritual del amor. Entre la temperatura del agua de la tina, la espuma y el vapor, llegó un punto en el que era imposible respirar y en medio de jadeos, no sexuales, me llevó a la cama. El cuarto estaba invadido de vapor, entonces descubrimos que no había una sola ventana, por lo que corrió a abrir las llaves del agua fría para disipar el vapor. Regresó a toda velocidad, para no perder concentración.
Yo pertenezco a la Global Water Watch Foundation, juro que hice mi mejor esfuerzo por concentrarme, pero no podía dejar de calcular los litros de agua potable que corrían por minuto. Sólo podía pensar que mientras hacíamos el amor se iba por el caño toooooooda el agua que había evitado desperdiciar durante mi vida entera. Empujándolo con violencia me levanté y mientras él me reclamaba, con toda furia, haber arruinado el mejor momento, yo sentía un éxtasis indescriptible al cerrar las llaves del agua.

3 comentarios:

marichuy dijo...

Jajá, querida, me encantó... yo soy igual. Si algo me preocupa no puedo concentrarme, je

El desperdicio de agua es altísimo; en verdad terrible y la inconsciencia de la gente, peor aún

Un abrazo

josef dijo...

Ohhhh amiga mía el cuento es sensacional pero el final, cuando alcanzas el éxtasis al cerrar el grifo del agua, es genial!!Y además yo estoy contigo en lo del gasto del agua, precisamente antes de ayer vi un documental sobre África y los paises sin agua estremecedor!!! Y nosotros gastamos el agua como si no valiera nada, cuando es fundamental en la vida ¡¡¡vale más que todo el petróleo del mundo!!!Un abrazo, encantado. Si no es molestia puedo quedármelo? me lo podrás enviar a mi correo: josefvga@hotmail.com.

Quedo eternamente agradecido con la dedicatoria!
Por cierto has superado tu reto con nota superior! Abrazos!

Roxanne dijo...

Me dió mucha risa, muy bueno... a veces los hombres no tienen mucha idea de lo que el romanticismo representa... aunque a veces nosotras también aportamos lo nuestro para que eso suceda... divertido y muy real...