martes, 9 de agosto de 2011

200 Libros me contemplan.

Desde el librero más de 200 libros me contemplan, me incitan a moverme, a escucharlos. Esos libros me empujan a que escriba en páginas limpias, historias nuevas, con mi sangre, mi saliva, mis lágrimas, con fuego, con deseo. Esos libros me incitan a que me mueva, como hacen los personajes de las grandes historias, que se arriesgan a entrar al castillo, superar los miedos y alcanzar sin duda sus anhelos. Desde el librero, más de 200 historias me gritan, me impulsan a que escriba con la punta de los dedos una página más del libro de mi vida. Y entonces con el sudor corriendo por mi cuerpo escribo:
De todos los caminos del destino uno sólo me llevó a tu boca, no sé si llegué a tu corazón o me tope de golpe con tus miedos o simplemente di con el espejo. De todos los caminos que había ese día, decidí el que me llevaba a cruzar la puerta que desataba las historias contenidas en tus labios y fascinada escuché lo que tenías que contarme y me gustó tu voz, tu forma de hablarme, tus guisados, los postres, las margaritas con fruta fresca y una serie de cosas que por absurdo que parezca me resultaron divertidas. Me conquistó tu forma de leerme y de escucharme. Ahora nos enfrentamos con todos los obstáculos de lleno. ¿Serán un muro infranqueable? ¿Será un fantástico monstruo de mil cabezas? Me lamento de antemano del miedo que invade mi cabeza, como antídoto, trato de recordar lo grato de estar entre tus brazos y al borde de tus labios.
De todos los caminos del mundo, uno me llevó hasta tu boca. ¿A dónde iremos la próxima mañana? ¿Estaremos juntos?
Desde el librero más de 200 libros me contemplan y desean que escriba mi propia historia tal y como la he soñado y que luche si fuese necesario con el dragón, que libere el fuego, que saque la espada de la piedra, que cuente las 1001 historias para salvar la vida, que cruce el río, que libre las batallas, que regrese de la muerte, que haga lo que se tenga que hacer por alcanzar mis sueños y todo lo que en mi corazón he escrito con fuego, porque eso es lo que deseo.



*Foto: La Mujer que sueña de Flor Garduño.

4 comentarios:

marichuy dijo...

A saber qué nos impulsa a elegir un camino y no otro. A elegir un libro y no otro. Lo cierto es que la imagen de tu librero con los más de 200 libros contemplándote me resulta entrañable.

Sobre el miedo y los demás caminos (a veces torcidos) del amor, ni qué decir. A veces creo que lo mejor que podemos hacer es sólo dejarnos llevar.

Anónimo dijo...

Pues ya te digo...
Cada vez que escucho tus pensamientos, tus ideas, tu sentir, te conviertes en luz que ilumina por momentos, la oscuridad que provocan los fantasmas en mi vida. Y al igual que tú, espero poder encontrar el tiempo y el espacio para poner la historia de mi vida en papel; tal vez de esa manera encuentre la vía correcta para hallar ese camino que todos buscamos... el que conduce al amor...
Un beso y un abrazo
Dr. Publicador

Cuentos Bajo Pedido ¿Y tu nieve de qué la quieres? dijo...

El camino que conduce el amor? quién sabe cuál sea ese.... A mi se me hace que ando dando vueltas en recovecos que no llevan a ningún lado. SIn embargo, no me arrepiento.

Cuentos Bajo Pedido ¿Y tu nieve de qué la quieres? dijo...

Socorro, me releo y me queda la sensación de gran tristeza y de puro coraje pico cebollas y cilantros en la tabla de la fruta, aunque ya a nadie le moleste.