lunes, 13 de abril de 2020

Virus, pandemia, contagio, sanitización …



*Imagen de la red

No quería escribir nada sobre esto, ni sobre las cosas incómodas que me han pasado en la vida. Porque me molesta, de sobre manera, reencontrarme con mis escritos y azotarme en el piso al releerme. Preguntándome ¿Qué rayos estaba pasando conmigo? Me gusta releerme y disfrutarme a mí misma. Deleitarme con mis propias letras y volver a repasar las sensaciones y ¿Por qué no? hasta volverme a enamorar de ese momento. Acepto, para que todo mundo lo sepa, que he roto un sinfín de cartas y poemas que he escrito en los desgraciados momentos de mi vida y también he desechado los más atascados escritos de placer porque siempre, siempre, siempre terminan por causarme enormes problemas. En fin, deshacerme de lo que me contamina es una especie de rito de sanitización. Aunque no me he considerado una obsesiva de la limpieza, todos los que me rodean piensan distinto. Sin embargo, con el fin de poder mantener una sana relación con mis seres queridos he ido atendiendo el asunto durante la última década. Después de múltiples terapias presumo, que a decir de los que me quieren, he logrado significativos cambios en mi vida durante el 2019. Finalmente puedo dar la mano al saludar sin sentir asco, dar un abrazo sin concentrarme en el polvito que brinca de las cabezas, entablar una plática sin poner atención en las diminutas gotas de saliva que brincan de la boca de mi interlocutor. Sin duda, mi más grande avance es el poder disfrutar de un húmedo beso y todo lo que conlleva, sin imaginar los millones de microbios que intercambiamos cada vez que hacemos el amor. No tengo que explicárselos, pero en el 2020 ninguno de esos logros me da más placer que el de atesorar entre mis manos una preciosísima botella con el más poderoso elixir de cloro diluido y la tranquilidad de saber que en mi bolsillo tengo un reconfortante gel desinfectante. Siempre supe que yo tenía la razón, todo lo que he hecho simplemente lo he hecho por amor.   

4 comentarios:

Mantispa dijo...

Qué sabroso leerte! A mi me gusta harto imaginarme la fiesta de microbios!!!

marichuy dijo...

Qué gusto me da volverte a leer. Yo también atesoro mi botecito de gel antbacterial. ��

Un abrazo virtual.

Unknown dijo...

Voy descubriendo la moderación de comentarios, antes me llegaba un mail y ahora veo que tengo que entrar a un pestañita,
Un gusto saber de ti Marichuy.
el gel antibacterial es un buen regalo en estas épocas
Saludos

Ahora no sé por qué tengo que automoderar mis propios comentarios, será una señal en la vida? jajaja

Unknown dijo...

Matispa!!! yo siempre he imaginado la fiesta de microbios, sobre todo en los escusados
Ya escribe algo para el ¿Y el postre?