miércoles, 10 de septiembre de 2008

Tu estilo cavernícola personal. Dedicado a Francisco ASh

Supe por el viento, el secreto que trae vuelto loco tu corazón y no pude evitar, pensar y pensar, cómo hacer para arrancar, de en medio de la tristeza en la que estás, una sonrisa aunque sea temporal, que alegre un poco tu cabecita, que apuesto que no deja de trabajar.
¿Qué hubiera sido de nuestra historia amor, de haber usado toda nuestra imaginación?
Es curioso, reflexionar sobre los distintos caminos por los que pudimos optar en nuestras vidas. Y es que si al menos queda una rendija, es posible pasar a jugar, aunque sea un mero ejercicio mental, tiene sus recompensas fisiológicas, la pasión es asunto neuronal.
Yo habría de aceptar, que siempre me resultante provocativo, con esa forma lúdica y agresiva de tomar la vida. Una mezcla de arrebato y amor, un ardor que pudiera ser placentero, si uno permaneciera el suficiente tiempo como para dejarse quemar. No podría negar, que me resultaba divertido ver como crecía tu angustia cuando llegamos a bailar algo sabroson, sé que es algo disfrutabas y sufrías al mismo tiempo. Un placer que te sube despacito y se te complica por dentro. Miles de ideas pusiste en mi cabeza, velas, vino, porros, viajes, nochesitas de pasión. Dejaste ver que podrías ser un buen compañero con quien jugar, no sólo a las cosas triviales, si no también para las cosas fuertes, esas que le ponen pimienta a los días. Al escucharte, una sonrisa escondida, interna, me brotaba y me hormigueaba la posibilidad de haber dado al fin, con un buen cómplice para correr la aventura de la vida.
Dejaste mi cabeza llena de mariposas, inquietas y juguetonas.
Espero la vida siempre te sonría y encuentres la felicidad que mereces, que puedas disfrutar tus días, tu casa, tu corazón, tus ojos, tu sonrisa………
La tristeza es temporal, es un momento, un segundo que parece eterno, es lo que nos permite sentir el contraste con las grandes alegrías.
Para mi, tú has estado en los momentos en los que he tenido el corazón hecho una desgracia, has sido, con tu estilo cavernícola personal, un oído, una buena compañía y una bendición.

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