Frente a muchos de mis anhelos cumplidos he quedado sin palabras en las
manos, pero no en la cabeza ni en el corazón. Ha sido tal la magnitud de las
cosas que últimamente me han sucedido, que con trabajos he podido escribir algo
al respecto. Finalmente llega a mis manos, un evento, que bien valdría la pena
escribir un libro y no sólo cuentos, relatos, anécdotas o poemas. Tal vez, todo
eso, de alguna manera ha sido una especie de libro o compendio. Frente a las
enormes páginas en blanco, me pregunto, ¿Qué es lo que verdaderamente valdría
la pena contarte? ¿Será interesante simplemente hablar de los acontecimientos
cotidianos? Nunca antes me lo había planteado. Antes sólo escribía de lo que me
interesaba a mí, creaba realidades paralelas sobre cosas que escuchaba de
otros, frases robadas como fuente de inspiración, historias mezcladas, etc. Sin
preocuparme si realmente era algo que merecía ser escrito. Antes sólo me
importaba mi juicio, mi deseo, mi anhelo. Ahora, algo ha cambiado drásticamente
y oscilo entre las historias verdaderamente fantasiosas que permiten todas las
libertades del mundo y la mágica sensación de sentirte por primera vez. Y no
estoy hablando de sentirte en mi corazón o como fuerza gobernante de mis
anhelos. Me refiero a sentirte de verdad con la yema de mis dedos y descubrir
como vas trasformando todo en mi vida. Esas son las cosas sobre las que
quisiera escribir, sobre las quisiera escribirte