Con el corazón adormecido
y tus labios en mi piel
siento tu respiración ausente
y el eco de un palpitar enardecido.
¿Dónde quedó mi esperanza?
¿Por qué me siento tirado al olvido?
¿Dónde están mis ganas de verte?
Cada año que pasa
se suben más gotas de mi sangre
a la ofrenda
y sólo mi corazón a tus pies
pudiera decirte
lo que yo te he amado
hoy y siempre.
Bésame una vez más en la frente,
dime palabras de alivio,
susurra tu amor en mi oído
y llena de fuego mi sangre.
Dime Amor,
dame Vida,
salva con tu palabra,
todo lo que creas que valga la pena.
No quedan secretos entre mis muertos,
por eso pongo
mi corazón como ofrenda.
Entonces, empecé a recibir peticiones para hacer cuentos basados en deseos explícitos. ¿Será el poder de la palabra, nuestros deseos que se escapan, los sueños decididos a existir o la energía contenida en nuestros corazones, lo que hace que brinquen nuestros anhelos a la vida cotidiana? Misterio……. ¿Qué harías si....
martes, 3 de noviembre de 2009
Mi corazón a tus pies
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