domingo, 12 de noviembre de 2023

Porque puedo




 

En este viaje hay muchas cosas que me han sorprendido gratamente y unas que otras no tan gratas. Pero bueno, quiero hablar de la gente que he conocido y me ha ayudado a seguir adelante. Muchas de las cosas que me dicen se me quedan en la cabeza por horas y hasta por días. Afuera de la escuela he saludado a muchas personas, muchas ni me contestan, algunas ni si quiera me voltean a ver y otras me responden, pero me miran incrédulas y hacen cara de “¡puf, turista!”. Ya me habían advertido que así era la cosa por aquí, pero el decir buenos días lo tengo en automático. Para mi es más fácil decir Bonjour que no decirlo. Una mañana escuché a una persona hablando español y me acerqué a saludarla, es peruana y fue muy cordial, me saludó como si fuéramos amigas de toda la vida, fue una sensación que me agradó mucho y me llenó de calor interno. Ella me ha presentado varias personas francesas hispanoparlantes, muy agradables, que me han dado consejos para ir mejorando mi experiencia. A todos les preguntó ¿Por qué hablas español? La mayoría tienen ascendencia en primer o tercer grado de hispanoparlantes. El amigo que me presentó esta última semana respondió a mi pregunta:

 –Hablo español porque puedo-

 Me encantó su respuesta y la frase se quedó en mi mente dando vueltas como mariposa.

¿Cuántas cosas hago en mi vida simplemente porque puedo?

 

miércoles, 26 de julio de 2023

La sensación más poderosa, XIX aniversario

 


Diecinueve añitos cumplió este blog de Cuentos Bajo Pedido el 22 de mayo del 2023. ¡Sólo para recordar, publicar en este sitio inició en un aniversario de Emilio Carballido, en donde pasaron cosas sorprendentes!! Quien quiera saber o recordar, puede ir a los primeros escritos del blog.

 

La sensación más poderosa

Hay días que despierto cansada y abatida, como si lo que tuviera que hacer fuera pesado, incluso antes de empezar el día. Pero veo en la pared mi clavito con medallas y me digo, yo soy la que ha obtenido todas esas medallas, yo he corrido carreras de al menos 11 km, que nunca imaginé si quiera poder concluir. Yo soy la que ha hecho triatlones, incluyendo uno olímpico. Yo soy la que ha corrido junto con sus seres queridos, mi hija, mi sobrina, mi mamá, mi papá, mi cuñada, mi comadre y mis amigas. Y entonces, al recordar la sensación de logro me levanto distinta de la cama, llena de energía a enfrentar los nuevos retos.

Así que apelo hoy a esa sensación de logro, a esa que me hace recordar quién soy yo, la que va más allá de los límites, la que sube su propio estándar y la que de alguna u otra manera sale adelante.

Eso sentí cuando fui a recoger los papeles de la escuela y la directora me dijo:

Lo lograste!!

Y sentí esa energía recorrer mi cuerpo que necesito para emprender el viaje más largo que he hecho en mi vida, al menos hasta el momento.

 

 

Felicidades por los XIX años de compartir en estos blogs!!!

De Cuentos bajo pedido,

Respira poemas

¿Y el postre?

            Crónicas bajo pedido

 

jueves, 6 de abril de 2023

El piano

 


Mi bisabuela era pianista, la recuerdo perfecto tocando Olímpica, con sus manos trémulas, ya con la vista muy afectada pero con su memoria intacta al piano. Lo hacía parecer fácil, cuestión de práctica, pensaba yo. En fin, el piano ha sido un elemento significativo en la familia, va y viene, no un piano en particular, si no "el piano" en general. En ambas familias ha sido signo de amor, distinción o preferencia. Se da, se quita, se embala para viajar, se empeña para iniciar un negocio prometedor, se arrumba, se da como un regalo sorprendente, se tira al olvido cuando se tiene, se añora cuando se pierde, etc. El piano es tantas cosas en nuestras vidas. Yo he estudiado por muchos años, tal vez no con la suficiente constancia como para que se note que soy pianista. No me sé una sola pieza completa de memoria y en cuanto lo dejo de estudiar olvido todo. De modo que, la siguiente vez que quiero retomarlo es como si nunca hubiera estudiado. Sin embargo, una y otra vez lo retomo, lo vuelvo a intentar y desde el fondo del abismo recuerdo lo que aprendí y algo vuelvo a tocar. Veo con nostalgia las partituras que antaño pude tocar y que si las quisiera tocar yo tendría que retomarlas prácticamente desde cero.

Yo siempre he tenido que estudiar para tocar una pieza y aun así, con frecuencia, me equivoco al tocar la pieza frente a la maestra o frente al público familiar cautivo. La maestra actual dice que no debo de pensar en otra cosa mientras toco el piano, eso no lo he podido lograr, en mi cabeza siempre hay varios temas circulando de manera simultánea, es como un motor que nunca se apaga. Recuerdo perfecto, como de niña la maestra me decía, “deberías de estudiar como tu hermano que siempre da las piezas perfectas”. Cabe mencionar que jamás lo vi estudiar. Así es la vida, para algunas cosas unos son virtuosos y otros simplemente somos necios.