Cuando empezó la contingencia pensé que duraría 2 semanas cuando mucho. Imaginé
que al ver cómo habían sucedido las cosas en otros países aquí todos respetarían
el confinamiento y todo sería más rápido. Así que no traje tantas cosas, unos
cambios de ropa, unas latas de atún, los alimentos perecederos, etc. Recuerdo
haber visto mi casa antes de cerrar la puerta y pensar si traía todo lo que necesitaba
o si debiera de llevar algo más. Sólo me preocupaban las tortugas y la gata que
iba todos los días a pedir comida arañando mi ventana. A todos les dejé agua y
comida. Pensé ingenuamente que volvería pronto, pero la contingencia se ha
alargado más de lo que esperaba. Entonces me empezaron a preocupar mis
animales. Le pedí a la señora que me ayuda que se llevara a las tortugas a su
casa. Pero cuando le pregunté por la gata, me dijo que “Sofi” la gata no se había comido las croquetas que
le dejé. Me comentó que ahora Sofí se llamaba Kitty y que vivía dentro de la
casa del vecino desde que me fui, porque él le da latas de alimento y la deja
dormir en su cama. Pensé –¡Que ingrata!-
seguro ella pensó lo mismo sobre mi. Ahora
alimento a los pájaros que llegan al balcón y riego los alcatraces, que están
en la banqueta, tirando agua desde el segundo piso.
*Foto de la red
2 comentarios:
Tuve un pensamiento similar al tuyo, mas no de que fueran solo 2 semanas. Yo le daba 1 a 2 meses máximo. Y bueno, está de más decir el resto. 2020: un año de pesadilla.
Mientras estemos sanos, será un mal suelo, pero para muchos ha sido la peor película de terror! Saludos
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