Un día dije frente a mis amigos que me gustaba una niña, no lo hice por presumir, fue simplemente por aceptar la realidad, pero ellos quedaron muy sorprendidos. Sin embargo, alguien más me escuchó y fue por eso que Valentina se enteró de los secretos de mi corazón. Me enfurecí tanto que fui a golpear al soplón y el muy chismoso me acusó con su Mamá, que a su vez buscó a mi Mamá. El problema creció de más, pero cuando la Mamá de Iker supo de los motivos de mi enojo, consideró que yo tenía la razón y el pleito se acabó .
Para el 14 de febrero decidí que quería comprar un regalo para llevarlo a la escuela. Así que le pedí a mi Mamá que me llevara a comprar chocolates a la tienda, ella se sorprendió al ver que escogí una caja en forma de corazón. No imagino que habrá pensado, pero yo me sentía muy entusiasmado con todo este asunto del amor.
Llegó el día esperado y busqué a Valentina todo el recreo para darle los chocolates, pero no la vi hasta que subimos al salón. Así que tuve que darle su regalo en la puerta frente a todos. Por supuesto que se burlaron de mi y me gritaron Picarón!!!!!
Pero otra niña me defendió, diciendo que yo era lo suficientemente hombre como para atreverme a traer regalos y la burla se acabó.
También le compré dos rosas rojas y cuando se las di ella me lo agradeció.
Al final del día y a pesar de haber sentido unos nervios apasionados desde la mañana, puedo decir que me sentí contento porque Valentina acepto mis regalos y me sonrío, mi miedo más grade era que no quisiera ni tomarlos.
Ahora que tengo que escribir algo sobre mi mismo, explicando por qué soy una persona importante, pienso que bien podría decir que cada vez me caigo mejor. La verdad, me gusta ser así como soy y para ponerle emoción a mi escrito podría platicar un poco sobre el día que sentí unos nervios apasionados en mi corazón.
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