martes, 9 de junio de 2009

Cuento 52. Dedicado a VA

Justo después de haber vivido una fuerte desilusión o un profundo dolor, cosas importantes han pasado en mi vida. Mi forma de explicarlo, es que al tener la guardia baja y al encontrarme sumida en un profundo cansancio por luchar, pareciera que dejo que las cosas fluyan. Como si al no cuestionar o esperar absoluta claridad, dejara que las cosas simplemente sucedieran.
Así, un día llegué a mi primer día de clases con los ánimos por el suelo y las esperanzas por el cielo. Deseando que el nuevo ciclo me regalara una novedad, que lograra sacudirme por completo. Llegué muy temprano, tuve tiempo para estar a solas en el salón e ir viendo llegar a los nuevos compañeros, enfrentandome a ese miedo infantil del 1er día. El profesor llegó un poco tarde y durante la clase fui descubriendo su mirada, profunda, serena con un toque de alegría. Al verlo, desee conocer un hombre con esos ojos para que fuera mi compañero. Pensé, ojala este Profe tenga un hijo o un sobrino de mi rodada, que tenga esos ojos tan particulares, para que me lo presente jajaja. De eso hace ya varios años, quien iba a pensar, que en efecto, un día me presentaría alguien de su familia, a su Papá. Un buen compañero, cosas importantes hemos logrado trabajar y han servido para rescatarme de dolorosos tropezones inevitables que he tenido en la vida.
Hay que tener cuidado con lo que uno pide, el universo, siempre está escuchando y esta dispuesto a llegar de manera sorpresiva.
La vida no es como imaginamos,
es mejor.

4 comentarios:

marichuy dijo...

Esta historia, pero sobre todo tu última relfexión, me recordaron algo que decía Oscar Wilde:

"hay que tener cuidado con lo que se desee en la juventud, porque puede concederse en la vejez"

Saludos

El que sabe, sabe; y el que no, tiene un blog dijo...

El execrable usurpador de pensamientos (aclamado por una masa trivial que se supone lectora) es el seudo escritor Paulo Cohelo. ¿Pero no es más ignominioso plagiar de su nobelucha “El alquimista” la frase; “Cuando quieres algo, todo el universo conspira para que lo consigas”?

Cuentos Bajo Pedido ¿Y tu nieve de qué la quieres? dijo...

Estimado Sabe,
No he tenido el tiempo de leer el Alquimista, pero que el universo tiene energías que no entendemos es un hecho y no hace falta leerlo para saberlo.

Esta historia tiene como base inspiradora unas estrofas de una canción de Fangoria

Mis plegarias atendidas
me hacen dudar, una vez más.
Mis promesas incumplidas,
me hacen sufrir y renegar, de mí.
Y renuncio a conformarme con soñar.
Fangoría –El extraño viaje-

El que sabe, sabe; y el que no, tiene un blog dijo...

Paulo cohelo, Fangoria... ¿Cuál es la diferencia? Ah, sí, Cuentos Bajo Pedido ¿Y tu nieve de qué la quieres?

P.D.

Un consejo: Carl Sagan ha intercalado con fantasías intrínsecas su sapiencia en la exobiología, porque siquiera su sagaz análisis pudo concretar absolutismos. La hipérbole no debería inmiscuirse en la ciencia, salvo que ésta acepte su punto de fuga.

Saludos desde la compasión.