Lo entendí perfecto, cuando se hablaron los términos para
seguir juntos por la vida. Pero justo esto me sucede e imagino que es una
tentación, una “distracción”, un pensamiento recurrente, que entre más lo
niegue, más insistente volverá. A veces, en medio de los pensamientos
cotidianos, a veces, revolviendo mis sábanas en las noches menos pensadas. Me
quedó claro, estuve de acuerdo en dejar de desearte como a veces te deseo.
Pero…. no sabría cómo explicarlo. Sucede, sucede que a veces a pesar de todo,
te deseo. ¿Será esa mezcla pegajosa que une a unos con otros sin sentido? ¿Será
que hace falta un roce tranquilizador de vez en cuando para evitar que la
tormenta tropical se convierta en huracán? ¿Será que tengo más miedo de lo
grato que se me puede presentar la vida sin ti?¿Será un asunto de justicia
personal? Compartir con quien es justo compartir. Me gustó la idea y me la
repito en el oído derecho, mientras en el izquierdo me rumea el recuerdo de tus
besos. He aprendido a caminar así, porque no tendría sentido sentarse a esperar
un no sé qué, de quién ni para qué. Seguiré
hacia delante, si tu recuerdo me brincara encima, le sonreiré, si se transformara
con el tiempo, también así lo disfrutaré.
Supongo que todo lo que pasa tiene como único fin Despertar
el Deseo por la vida y todo lo rico que la acompaña.
*Imagen de la red.
4 comentarios:
Qué el deseo devie su objetivo...
"Prohibir algo es despertar el deseo". Nada tan cierto. En cuanto a despertar el deseo por la vida, valga la redundancia, deseo que el tuyo nunca se acabe.
Abrazo
Marichuy a veces ese deseo da tumbitos
Darío qué será eso de que desvíe su objetivo? que nos lleve a otro lugar o qué?
Alguna función tiene, cierto? además de ponerme a escribir en estás páginas
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