martes, 21 de agosto de 2012

Lo que viene conviene


Cada año te pienso y con más dificultad percibo tu imagen, se me pierde tu recuerdo, la memoria de tu voz si difumina en mi oído. Por eso tengo una foto tuya junto a mi cama para tener presente en mi corazón lo mucho que te quise y lo mucho que te quiero. Y yo sé que estás, que has estado y que estarás de alguna u otra manera en mi vida. Siempre te he pedido que veas por mí, que si ya sabes mis gustos me des esa ayudadita que dan las abuelas con su buen ojo para escoger los más jugosos frutos del jardín. A veces te percibo con claridad, te siento presente en mi vida contundentemente. Otras, cada vez más, siento tu ausencia invasiva, metiche, que nadie invitó a instalarse en mi corazón. Y tal vez es un asunto de percepción, de ceguera temporal, de impaciencia personal. Me gusta recibir ayuda, cuando la necesito y quisiera que cuando la solicito, sea clara, que no quepan dudas de dónde viene ni para qué. Este aniversario de tu partida fue así de claro, como me gusta que sean las cosas. Sólo me queda decirte, gracias por tu amor y me da gusto percatarme de tu presencia, de tu toque personal en lo que me va sucediendo. Así están las cosas hoy en mi vida, floreciendo en todos los sentidos, quién más podría estar involucrada en esto más que tú.


Te extraño, todo lo que se puede extrañar a alguien que se quiere y que se nos adelantó en el camino…


*El Título se lo volé a PeCruz porque dice lo que quiero que suceda en mi vida.

3 comentarios:

Jo dijo...

y lo que odio es... cuando de las ultimas cosas que quedan es su aroma... y de pronto se va quitando....


bonito y emotivo post.

¿una nieve?

marichuy dijo...

Qué cosas: ausencias que entre más pasa el tiempo, mas las sentimos, más constantes se nos hacen. Las ausencias presentes, como dijera Barthes.

Un abrazo 

Darío dijo...

Hermoso! Las flores que florecen aun después del dolor. Así se dice, sin vueltas ni rodeos. Un abrazo.