Recordando un poquito, cuando mi querida Valentina me envió un mail sobre la bici que se había comprado y que se podía doblar y meter en la cajuela, eso no es normal.
En ese correo hubo dos cosas que llamaron mi atención. En las fotografías que envió se veía el lugar donde había comprado la bici y vino a mi mente un recuerdo muy grato de la calle donde llevaba a mi Paty, mi primera hija, a pasear. Como era yo muy pobre y no tenía dónde llevarla, la peinaba y dábamos la vuelta ¿Tú sabes lo que es tener una hija? Es increíble, yo vivía en San Pablo 32 (antes 27), esquina Topacio, en la Merced.
Ya empezaba a vender pinturas en aquellos años, más o menos 1955. Vendía lacas y selladores para madera, de una fabriquita que se llamaba Pinturas JABER S.D. R. L. y para transportarme lo hacía en una bicicleta que tenía su canastilla atrás. Mi bici no era tan bonita como la de mi Vale, pero me servía para trabajar. Imagínate, yo de traje y corbata, con mi portafolio en la canasta, me ponía una liga en la pierna derecha para poderme transportar sin que la cadena me agarrara el pantalón. Así veía a mis clientes por toda la ciudad de aquel tiempo.
Que buenos recuerdos me trajo mi querida Vale con la compra de su bicicleta mágica.
Hasta la otra compañeros!
J J M (Arcángel) C P
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