Al fin, compré mi bici plegable, hace años que no tengo bici, porque la que tenía de carreras desapareció misteriosamente de mi casa…….
Pedí ayuda a mis amigos ciclistas para saber cómo elegir la bici más adecuada y en dónde comprarla. La primera recomendación fue que buscara una bici que me gustará. Ese es un buen punto, todas me parecen hermosas, tengo tan buenos recuerdo de cuando andaba en bici que no entendí cómo lo iba a resolver, hasta que vi una bici roja preciosa que me guiñó el ojo. También me explicaron que debía de buscar una rodada 17 por lo menos, que tuviera velocidades, un sillín cómodo, un par de cámaras, parches, bomba, casco y sobre todo, que me tomara el tiempo para ver bicis y elegir la más adecuada para mi. Lo más importante era que una vez seleccionada la bici cercana a mi corazón debía bautizarla con un nombre cariñoso.
Aunque hay muchas tiendas, me dijeron que la neta del planeta para ver una gran variedad de modelos y precios era ir a la calle de San Pablo en la Merced.
Así que me armé con mi contingente de marchas, conciertos, eventos centreros y culturosos para lanzarnos a la búsqueda de una bici plegable.
Y bueno San Pablo es una calle, como muchas del centro, llena de gente, puestos, coches, tiendas infinitas y mágicas repletas de todo lo que quieres y no sabías que querías, pero en especial esta calle esta llena de chicas……
Es un panorama que llama mi atención, ya sabía un poco de cómo era el asunto, pero es curioso elegir una bici mientras le dicen al de a lado –Amigo ven, vamos, de a 150$-.
El mundo es variadito, todos cabemos y no hay imaginación en la que quepa lo basto que somos. Todos tenemos cosas por hacer.
Yo, mientras hago mi plan de restauración de manantiales, estoy que me las quemo porque llegue el domingo y el glorioso cierre de reforma para andar en bici tranquila.
Me siento como niña que dejó su regalo de reyes en casa…………….
3 comentarios:
Muy bueno. ¡Felicidades!
Anónimo gracias, pero cómo sé quién eres? YO
Perdón, va de nuevo:
Muy bueno. ¡Felicidades!
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